LA CONSTANTE DE LA ECUACIÓN: AUTOCUIDADO EN PAREJA

Una de las causas más importantes de los conflictos de pareja, son los problemas entorno a la vida sexual, una condición que sufre cerca del 53% de las mujeres con infecciones vaginales. (1) Un flujo vaginal anormal, como el producido por la vaginosis bacteriana, puede hacer que ambos miembros de la pareja se sientan cohibidos y los encuentros íntimos se posterguen o resulten insatisfactorios. (2)
¿ Cuáles son las consecuencias de no tratar correctamente el flujo vaginal?
De acuerdo con un estudio sobre las experiencias de la vida real de mujeres con infecciones vaginales, las participantes tenían la sensación de no sentirse completamente aliviadas debido a que, inicialmente, no habían recibido un diagnóstico adecuado. (2)
La frustración que experimentaban era multidimensional, ya que era causada por factores físicos, mentales y emocionales. La angustia dificultaba a las mujeres enfrentar la situación. Los síntomas y el estrés resultante contribuyeron a un sentimiento general de baja autoestima. (2)
No obstante, acudir al especialista y encontrar allí un espacio para obtener las respuestas a sus preguntas significó un gran alivio tanto para las mujeres como para sus parejas. Por ende, ante una infección vaginal, se necesita la comprensión, sensibilidad y empatía por parte de la pareja para que la carga de la incomodidad sea más ligera. La confianza y la comunicación son indispensables para que la relación no se afecte. (2)
El impacto de las infecciones vaginales se relaciona con la frecuencia de los episodios y la gravedad de los síntomas. Muchas mujeres sienten vergüenza y no tienen claridad sobre la causa ni el manejo de sus síntomas. (3)
Referencias
1. Alahverdi F, Kheirkhah M, Janani L. Treatment Outcomes of Vaginal Infections on Sexual Function. J Med Life. 2020;13(3):329-335.
2. Adolfsson A, Hagander A, Mahjoubipour F, Larsson, PG. How Vaginal Infections Impact Women’s Everyday Life. Advances in Sexual Medicine. 2017;7:1-19.
3. Bilardi JE, Walker S, Temple-Smith M, et al. The burden of bacterial vaginosis: women’s experience of the physical, emotional, sexual and social impact of living with recurrent bacterial vaginosis. Plos One. 2013;8(9):e74378.
Descifrando la ecuación.
Salud vaginal, mitos y realidades

Carolina está pasando más tiempo del habitual en el trabajo.
Es la forma que encontró para evitar las relaciones íntimas con su esposo.
En las últimas tres semanas la excusa ha funcionado, pero ella sabe que Sebastián está molesto con la situación y la evasión no soluciona nada. Las infecciones vaginales son una causa frecuente que afecta la autoconfianza y provoca estrés emocional, lo que tiene un gran efecto negativo en la calidad de vida de la mujer y su pareja, tal como ocurre con Carolina y Sebastián. Sin embargo, pocas parejas verbalizan este problema y consultan con el especialista. Carolina, por ejemplo, no se atreve a hablar con Sebastián del asco y la falta de placer que le producen las relaciones sexuales desde que tiene flujo vaginal recurrente con ese olor que la hace sentir desaseada. Ella hace parte de las mujeres que piensan que lo mejor es resignarse a su condición y aceptar que el flujo es algo fisiológico normal porque hay días en que no es tan molesto.1

Por eso, al notar el daño que está haciendo el distanciamiento en su relación, Carolina se preocupa porque los productos de venta libre que ha utilizado no le han producido ninguna mejoría, de modo que angustiada y desesperada consulta con su médico, quien le informa que la correcta identificación de la causa de las infecciones vaginales y su tratamiento oportuno son claves para mejorar los síntomas rápidamente y recuperar la función sexual de las mujeres.2
La educación y un tratamiento adecuado son fundamentales para prevenir infecciones vaginales.
Uno de los deberes de los profesionales de salud en casos de mujeres con antecedentes de infecciones vaginales, o con una de estas en curso, es brindar asesoría sobre cómo evitar la exposición a irritantes vulvovaginales y no caer en el error de la limpieza excesiva por creer que la causa es la falta de higiene.
La educación a la paciente junto con un tratamiento adecuado y eficaz son fundamentales para prevenir la recurrencia de las infecciones vaginales y recobrar la confianza necesaria para disfrutar de la sexualidad.3

Referencias
1.Şimşir C, Coşkun B, Coşkun B, Adeviye Erşahin A, Ecemiş T. Effects of bacterial vaginosis and its treatment on sexual functions: A cross-sectional questionnaire study. Arch Clin Exp Med. 2019;4(2):99- 102.
2. Alahverdi F, Kheirkhah M, Janani L. Treatment Outcomes of Vaginal Infections on Sexual Function. J Med Life. 2020;13(3):329-335.
3. Faught B. Bacterial vaginosis: Impact of sexual activity, implications for sexual health. NPWomensHealtHcare.com. 2019:25-7.
Enigma Íntimorevelando las infecciones vaginales. La dosis correctade la ecuación

Las infecciones vaginales son mucho más comunes de lo que generalmente se cree. En Colombia, la mayoría de las consultas de ginecología están relacionadas con algún tipo de infección vaginal y se estima que una de cada tres mujeres sexualmente activas ha tenido alguna afección a lo largo de su vida. 1,2,3


VAGINOSIS BACTERIANA:

Es la más frecuente de las infecciones ginecológicas y se caracteriza por no generar inflamación, sino un reemplazo de la flora vaginal en la que dominan varios tipos de lactobacilos y bacterias anaerobias como la Gardnerella vaginalis, Mobiluncus y bacteroides SPP. Esto produce un flujo de color grisáceo y de mal olor. Aunque no se la considera una enfermedad de transmisión sexual, las relaciones sexuales son una de las causas de que se produzca la infección y durante el embarazo la vaginosis bacteriana puede tener complicaciones. El tratamiento, en la mayoría de los casos, se hace a través de antibióticos orales o en crema que contienen Clotrimazol y Clindamicina, una mezcla segura y con resultados altamente efectivos. 1,2,3
CANDIDIASIS VULVOVAGINAL:

La candidiasis vulvovaginal es una infección causada normalmente por un desequilibrio en la cantidad de Candida albicans, un hongo que aunque es normal que esté presente en la vagina, si se desproporciona el crecimiento o penetra en zonas más profundas, puede generar irritación, sensación de ardor, enrojecimiento, salpullido y una secreción vaginal espesa, inolora y de color blanco. La candidiasis puede ser complicada en algunos escenarios, sobre todo si estás embarazada o presentas más de cuatro veces la infección en un año. Sin embargo, se trata satisfactoriamente con antibióticos como fluconazol, Clotrimazol y Clindamicina, que tienen una efectividad del 97% según los estudios.1,2,3
TRICHOMONIASIS

La vaginitis por trichomonas se da exclusivamente por medio de las relaciones sexuales y puede afectar a hombres y mujeres. El parásito se une a las células de la vagina produciendo la infección. Se cree que la vaginitis por trichomonas puede estar asociada al incremento en casos de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, se considera que la mitad de las pacientes pueden ser asintomáticas. El tratamiento es similar al de los anteriores tipos y llega a tener un 96% de eficacia.1,2,3
Referencias
1. Centers for Disease Control and Prevention. Sexually transmitted diseases treatment guidelines 2015. MMWR Recomm Rep. 2015; 64(3): 1-140.
2. Federación colombiana de obstetricia y ginecología. Primer consenso colombiano de diagnóstico y tratamiento de infecciones vaginales 2019. Pp: 2-31.
3. Ibrahim Elsharkawy, Elsayed Noureldin, Ekramy Mohamed, Ali Mohamed, Hussein Abdeldayem & Shymaa Abdelazim Mansour Mansour (2019): Continuous versus interrupted use of vaginal probiotics plus vaginal clindamycin cream for bacterial vaginosis: a randomized safety of clindamycin/clotrimazole, vaginal creamin Mexican patients with cervicovaginitis.