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Depresión post parto ¿Asunto de hormonas o factores psicosociales?
Después del parto se presenta una rápida disminución hormonal que puede contribuir a la aparición de la depresión en las mujeres que son susceptibles, de hecho, las fluctuaciones hormonales posiblemente aporten varios factores que intervengan en el desarrollo de la depresión posparto (DPP). No obstante, los factores que han mostrado una mayor asociación con esta son de tipo psicosocial, por lo que las intervenciones psicoterapéuticas son recomendadas como el tratamiento de primera línea debido al menor riesgo de efectos secundarios en el recién nacido, en comparación con el uso de psicofármacos en mujeres lactantes.1, 2
En cuanto a la efectividad de la hormonoterapia, los estudios no son concluyentes, puesto que las muestras poblacionales, en las que la administración de estrógenos ha mostrado un beneficio, son pequeñas.2 Por lo tanto, el abordaje adecuado de la DPP demanda un mayor reconocimiento e interés por los aspectos psicológicos de todas las mujeres gestantes desde los controles prenatales, momento en el que se pueden identificar factores de riesgo como antecedentes de depresión, sintomatología ansiosa durante el embarazo, falta de apoyo familiar o social y eventos vitales traumáticos, entre otros. El hecho de darle mayor importancia a la salud mental perinatal constituye una valiosa estrategia de prevención que beneficia tanto a la madre como al bebé en cuanto a una mejor interacción de la díada, al desarrollo de vínculos sanos y al bienestar integral.2
Los profesionales de la salud son piedras angulares en el abordaje de la DPP, ya que cuando las madres desarrollan una relación de confianza con ellos están más dispuestas a pedir y recibir ayuda. Para ello, la sensibilidad, empatía y escucha asertiva son determinantes. Una frase o un gesto pueden dar cuenta de síntomas depresivos que tratados a tiempo evitan desenlaces adversos.1
Algunas madres solo manifiestan sentimientos de tristeza o melancolía en los primeros 3 a 5 días después del nacimiento de sus hijos, lo que no significa que tengan depresión. En estos casos, el personal de salud debe estar atento para reconfortar a las madres informándoles que esos sentimientos desparecerán en las próximas 2 semanas. Sin embargo, es necesario hacerles seguimiento, de ser posible, cada semana durante el primer mes.1
Si a todas las madres se les enseña a reconocer los síntomas de la DPP y se les pregunta sobre sus sentimientos, antes y después del parto, es posible hacer una identificación temprana y brindar un tratamiento oportuno.1
Referencias
- Ceriani-Cernadas JM. Depresión postparto, los riesgos y su temprana detección. Arch Argent Pediatr. 2020;118(3):154-155.
- Mendoza C, Saldivia S. Actualización en depresión postparto: el desafío permanente de optimizar su detección y abordaje. Rev Med Chile.2015;143:887-894.
La Rueda del Cambio Comportamental: un marco para mejorar la adherencia a la terapia para la menopausia
El marco denominado Rueda del Cambio Comportamental (BCW, por sus siglas en inglés) es un modelo útil para comprender la baja adherencia y caracterizar la adherencia a los tratamientos.
La BCW destaca la importancia de abordar las inquietudes específicas de las pacientes sobre sus terapias para la menopausia.
La baja adherencia es una problemática comportamental, y aunque la información en la literatura científica sobre las intervenciones para el manejo de la menopausia es limitada, los hallazgos para las intervenciones de enfermedad crónica pueden ser un sustituto útil, dada la similitud de los síntomas en términos de complejidad, duración y variabilidad. Se han desarrollado numerosas iniciativas de apoyo para ayudar a los pacientes con enfermedades crónicas a cambiar sus comportamientos, y muchos de estos programas han demostrado resultados positivos. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para mejorar las intervenciones mediante la incorporación de marcos conductuales mejores y más aplicables.1,2 A pesar de que los marcos conductuales enfocados en mejorar el conocimiento del paciente brindan ciertas consideraciones, su conceptualización incompleta del problema tiende a resultar en intervenciones que demuestran una capacidad limitada de cambio comportamental.
La Rueda del Cambio Comportamental (BCW) fue desarrollada para abordar esta necesidad de un marco integral y validado con el que se pueda evaluar el comportamiento, diseñar intervenciones y valorar la eficacia de la intervención.2 La BCW es el marco más integral e inclusivo disponible para los profesionales de la salud que deseen tomar acciones concretas para apoyar a sus pacientes.
El modelo COM-B (capacidad, oportunidad, motivación y comportamiento, por sus siglas en inglés) de la BCW fue desarrollado a partir de varios marcos de cambio comportamental que han sido y siguen siendo utilizados, tales como el Modelo de Creencias en Salud (MCS) y la Teoría del Comportamiento Planificado (TCP). Sin embargo, estos marcos previos no abordan los importantes papeles que desempeñan la impulsividad, los hábitos, el autocontrol, el aprendizaje asociativo y el procesamiento emocional, cosa que sí hace la BCW.2
La BCW, propuesta en el 2011 por Susan Michie, Maartje M. van Stralen y Robert West, es un marco integral pero directo que puede ser aplicado a casi cualquier comportamiento humano. En el corazón de esta herramienta dinámica hay tres componentes fundamentales, conocidos como COM-B (en inglés): capacidad, oportunidad y motivación (COM, en inglés), que explican o influencian un comportamiento dado (B, en inglés).3
- La capacidad es comprendida como la capacidad psicológica y física de un individuo para ejecutar un comportamiento o actividad específica.4 Por ejemplo, una paciente que padece de síntomas menopáusicos y depresión puede tener una menor capacidad psicológica para ser adherente.
- La oportunidad consiste en los factores sociales y físicos objetivos que obstaculizan, facilitan o incitan un comportamiento específico de manera externa.4 Por ejemplo, las pacientes con síntomas menopáusicos pueden no ser adherentes debido a factores físicos o sociales tales como la localización o el costo de la terapia.
- La motivación incorpora procesos automáticos, que involucran emociones e impulsos, y procesos reflexivos, que incluyen la planeación y evaluación de planes.4 Por ejemplo, las pacientes que están atravesando la transición a la menopausia pueden no ser adherentes a la terapia en la ausencia de síntomas porque la naturaleza intermitente de su condición significa que carecen del estímulo automático que fomenta la adherencia. El estímulo automático corresponde al proceso del “Sistema 1” propuesto por Kahneman, mientras que el proceso reflexivo corresponde a su “Sistema 2”.
La BCW está compuesta por varias capas. Una de estas enumera varias funciones de intervención, incluyendo la pedagogía y capacitación, que también son componentes comunes de la mayoría de intervenciones para mejorar la adherencia al medicamento. Otra de estas incluye categorías de políticas tales como guías clínicas y legislación. Los componentes del marco de la BCW se combinan para interactuar en una manera no lineal,2 y este modelo ha sido exitosamente aplicado en el desarrollo de intervenciones para mejorar la adherencia.
El marco de la BCW es un enfoque simple e integral para mejorar la adherencia, la cual proporciona un enfoque simplificado, práctico y analítico para comprender los comportamientos del paciente asociados a la adherencia. Esta permite crear un modelo de adherencia que indica cómo se puede influenciar el comportamiento de mejor manera. Los ejemplos aquí presentados demuestran que las intervenciones efectivas para mejorar la adherencia en el manejo de los síntomas menopáusicos necesitan abordar la comprensión y las creencias de las pacientes sobre su condición y tratamiento, las cuales son altamente específicas.
*Nota: no se halló una validación del modelo comportamental por fuentes externas en la literatura científica.
Referencias
- Bart J.F. van den Bemt, Hanneke E. Zwikker, & Cornelia H.M. van den Ende “Medication adherence in patients with rheumatoid arthritis: A critical appraisal of the existing literature,” Expert Review of Clinical Immunology, 2012, (8):4,. 337–351. 10.1586/eci.12.23
- Susan Michie et al. (2011). “The behaviour change wheel: A new method for characterising and designing behaviour change interventions.” Implementation Science, (6):42. 10.1186/1748-5908-6-42
- Christina Jackson et al. (2014). “Applying COM-B to medication adherence: a suggested framework for research and interventions,” The European Health Psychologist, (16):1, https://atlantishealthcare.com/AtlantisHealthcare/media/pdf/Jackson-et-al- 2014.pdf 7–17.
- Thekla Brunkert et al. (2020). “A contextual analysis to explore barriers and facilitators of pain management in Swiss nursing homes.” Journal of Nursing Scholarship, (52):1, 14–22. 10.1111/jnu.12508
- Hunter, Myra, and Melanie Smith in collaboration with the British Menopause Society. Cognitive Behaviour Therapy (CBT) for menopausal symptoms: Information for GPs and health professionals. Post Reproductive Health 2017;23(2):83-84.
- Santana L, Fontenelle LF. A review of studies concerning treatment adherence of patients with anxiety disorders [published correction appears in Patient Prefer Adherence. 2012;6:153]. Patient Prefer Adherence. 2011;5:427-439.
El deseo bajo el poder de las hormonas
La evaluación clínica es la única herramienta y oportunidad para detectar un trastorno sexual, considerando que en la transición que experimenta la mujer hacia la menopausia no solo se presentan alteraciones hormonales sino cambios en su contexto familiar, social y de pareja, los cuales influyen en su respuesta sexual.3, 4
Cuando la sexualidad es una fuente de estrés y la relación de pareja parece debilitarse cada vez más, en la base puede estar la disfunción sexual femenina (DSF), un conjunto de trastornos psicosomáticos que impiden disfrutar las experiencias sociales. Dentro de la DSF hay 4 tipos de trastornos: del deseo, de la excitación, del orgasmo y del dolor durante la relación sexual.1, 2
La DSF puede presentarse incluso en mujeres jóvenes, sin embargo, varios estudios concluyen que el desinterés por la sexualidad aumenta con la edad y se relaciona con una menor calidad de vida, insatisfacción y poca felicidad. Especialmente, con la llegada de la menopausia se triplica el riesgo de sufrir un trastorno sexual y, en este punto, tanto los tratamientos hormonales como las terapias dirigidas al bienestar emocional influyen en la calidad de la actividad sexual.2
Pero, a pesar de que los trastornos sexuales tienen solución, menos de la mitad de las mujeres hablan abiertamente del tema con su médico. Ahora bien, dado que la DSF tiene diferentes causas, el diagnóstico y el tratamiento deben ser multidisciplinarios.2, 3
Entre las razones más comunes que afectan el disfrute de la sexualidad se encuentran la maximización de los cambios fisiológicos derivados de la caída de los niveles de estrógenos, la percepción social de que el ejercicio de la sexualidad es exclusivo de los jóvenes, problemas de la pareja, como eyaculación precoz y disfunción eréctil, conflictos dentro de la relación de pareja y conductas de evitación de algunas mujeres que nunca han disfrutado verdaderamente su sexualidad.2
En el ámbito clínico, la sexualidad femenina debe tener un espacio relevante que reconozca la importancia que esta tiene para la calidad de vida. Un aspecto fundamental en este abordaje es la diferenciación de cuáles síntomas están asociados con el cese de la función estrogénica y cuáles no, para, de este modo, ofrecer tratamientos e intervenciones eficaces centrados en la mujer y en lo que ella desea para su vida.2
Referencias
- Velásquez A, Cabrera J, Enríquez L, Peña S. Cartilla educativa informativa acerca de las disfunciones sexuales femeninas [Tesis de grado]. Bogotá:Universidad Católica de Colombia; 2021. Disponible en: https://bit.ly/3A6aINH
- Aldana E, Cervantes G. Disfunciones y trastornos sexuales en mujeres en climaterio: pacientes del Instituto Nacional de Perinatología. Revista Colombiana de Ciencias Sociales. 2021;12(2):563-87. Colombiana de Ciencias Sociales. 2021;12(2):563-87.
- Mancilla A, De la Torre P. Disfunciones sexuales femeninas. Guía de práctica clínica. Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia. 2018;82-100.
- Espitia F. Fisiopatología del trastorno del deseo sexual en el climaterio. Rev. Méd. Risaralda. 2018;23(1):58-60.
Trastornos de humor en el embarazo
Diferentes estudios nos muestran que las tasas de depresión prenatales son iguales o más altas que las tasas de depresión postparto. ¡Conozca como acompañar a sus pacientes en este proceso en este primer episodio!
Una experiencia menos dolorosa: 20 años planificando futuro.
Los vehículos farmacológicos para inyectables con principios activos liposolubles deben ser límpidos y neutros, sin oxidación ni contener restos de parafinas o aceites minerales no absorbibles por el cuerpo.1
Además, es crucial evitar cualquier proceso de autooxidación que pueda inducir la formación de peróxidos y de ácidos grasos libres. Por estas razones, se deben emplear únicamente aceites vegetales, inodoros y que no contengan signos de enranciamiento.1
El vehículo farmacológico del anticonceptivo inyectable mensual que contiene enantato de noretisterona 50 mg / valerato de estradiol 5 mg es el aceite de sésamo, un aceite de origen vegetal, que presenta las siguientes ventajas:1-4
- Carece de toxicidad.
- Es el vehículo oleoso más estable y utilizado.
- Proporciona administración sostenida de la combinación hormonal durante 4 semanas.
- Es menos viscoso que el aceite de algodón y el aceite de oliva, otros vehículos farmacológicos utilizados en preparaciones inyectables, lo que hace que su aplicación sea menos dolorosa.
Disminución de la dismenorrea con Enantato de noretisterona 50 mg / valerato de estradiol 5 mg
La dismenorrea tiene un gran impacto en la calidad de vida, especialmente en la de las adolescentes y mujeres jóvenes, ya que es la causa más frecuente de la disminución de la productividad laboral y del rendimiento académico. Así mismo, la dismenorrea representa una gran limitación para las actividades sociales, físicas y deportivas de las mujeres.5
En un estudio que evaluó el enantato de noretisterona 50 mg / valerato de estradiol 5 mg con respecto a la efectividad, el control del ciclo, los eventos adversos y la aceptabilidad, en 931 mujeres latinoamericanas, durante 36 meses, hubo una disminución significativa de la dismenorrea a lo largo del tratamiento (Figura 1).6
Figura 1. Disminución de la dismenorrea a lo largo de los ciclos de tratamiento.
La mejoría significativa de la dismenorrea, junto con el buen control del ciclo, contribuyó a la satisfacción de las pacientes con el método anticonceptivo.6
Referencias
Vitamina D, relación en la piel con la temperatura corporal y ambiental
“Ponte al sol, pero con foto protección”. Este es el lema de investigadores del Laboratorio de Fotobiología Dermatológica del Centro de Investigaciones Médico Sanitarias (CIMES)de la Universidad de Málaga (UMA), siempre recomendando una exposición ‘inteligente’, que no llegue a quemadura.
Un equipo científico de la UMA, liderado por los profesores de Dermatología de la Facultad de Medicina José Aguilera y Maria Victoria de Gálvez, correlacionaron los valores medios diarios de vitamina D con la evolución del índice UV máximo diario y la temperatura media ambiental, demostrando, tras cinco años de medidas en Málaga, que existe una mayor correlación con la temperatura que con el ciclo anual de índice ultravioleta, como se creía.
Según la investigación, la clave de la conexión entre los niveles de vitamina D y temperatura más que con los UV puede ser debida a dos circunstancias:
• La evolución anual de los valores máximos del índice ultravioleta
• El incremento de la temperatura ambiental desde el invierno hasta el verano
Esto implica que la exposición solar va aumentando a lo largo del año y no solo en temperatura hay que pensar, pues se tiene la falsa idea de que, si está “más fresco” y la sensación térmica es menor, no nos quemaremos. Y viceversa. Pero con relación a la vitamina D, se encuentra que una mayor temperatura en la piel, frente a la exposición en horas de mayor calor, hace que una de las reacciones químicas dependientes de la temperatura para la formación de la vitamina D junto a los UV sea más efectiva.
Para conocer más sobre este tema, consulte los siguientes enlaces
Anticoncepción hormonal, más allá de la anovulación
La elección de la anticoncepción debería ser lo más personalizado posible, recordando que lo que es bueno para una mujer puede no ser lo mejor para otra. En este ejercicio, debes contar con profesionales de la salud que te ayuden a elegir el mejor método anticonceptivo, teniendo en cuenta las características psicológicas y física, el estilo de vida y la presencia de cualquier factor de riesgo o patología que pueda beneficiarse de la elección de un anticonceptivo específico y respetando sus necesidades y preferencias personales.
Teniendo en cuenta lo anterior, y que el uso de la anticoncepción ayuda a las mujeres y a las parejas a decidir libre y responsablemente si tienen hijos, cuándo y cuántos, es clave identificar no solo el beneficio contraceptivo, sino aquellas ventajas adicionales de usar algún tipo de anticoncepción hormonal.
Parte de algunos beneficios pueden ser:
• Cambios dermatológicos positivos en la piel (mejoría del acné)
• Regularización del ciclo menstrual
• Mejoría de la dismenorrea
• Manejo del sangrado menstrual abundante y anemia
• Mejoría de la endometriosis
• Mejoría del síndrome de ovario poliquístico
• Actuación positiva sobre el síndrome premenstrual e incluso el trastorno disfórico premenstrual, en donde la calidad de vida de la mujer está completamente afectada por la sintomatología presente (retención de líquidos, variabilidad emocional, dolor, síntomas ansiosos o relacionados con depresión)
• Los hormonales combinados, protegen frente al cáncer de ovario a partir de los 3-6 meses de uso, y durante 20 años o más tras la suspensión. Los años que dura la protección dependen de los años de uso.
Gracias a algunos anticonceptivos, encontramos beneficios adicionales a la anovulación, que favorecen la vida de una mujer y así estar encaminados a mejorar su calidad de vida de quien así lo requiera a través de un manejo hormonal.
Para conocer más sobre estos beneficios, invitamos a consultar los siguientes links
https://www.figo.org/es/anticoncepcion-y-sus-beneficios. Acceso 16 May 2024.
https://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/planificacion-familiar/hormonal-inyectable