Indicaciones de la terapia de reemplazo hormonal
Los trastornos premenopáusicos suelen tener una duración de dos a tres años antes de la desaparición total de la menstruación, y se caracterizan por la presencia de síntomas propios del déficit hormonal que se manifiestan clínicamente como alteraciones menstruales (baches amenorreicos y/o sangrados), y por trastornos vasomotores (bochornos y sudoración profusa sin motivo aparente). En casos extremos, junto a la sintomatología anterior, se pueden presentar signos de atrofia urogenital que aumentan significativamente las molestias de las mujeres tanto en su vida personal como de relación. Tiene lugar, además, el comienzo de la pérdida de masa ósea y las alteraciones cardiovasculares.1
El estrógeno tiene importantes efectos metabólicos en la mayoría de los principales sistemas orgánicos. Normaliza el entorno vaginal y uretral, influye positivamente en el flujo sanguíneo arterial y la aterosclerosis subclínica, promueve un perfil lipídico no aterogénico, reduce las tasas de diabetes mellitus, ayuda a prevenir la pérdida ósea, limita el exceso de actividad osteoclástica y mantiene la salud neuronal en el sistema nervioso central. 2
Para las mujeres que buscan alivio de los síntomas vasomotores, el estrógeno es el tratamiento más eficaz, aunque pueden funcionar otras estrategias. Para una mujer que presenta síntomas vasomotores además de otros problemas (por ejemplo, síndrome genitourinario de la menopausia, osteopenia), la TRH resulta cada vez más útil como modalidad única que puede tratar múltiples afecciones. Incluso en ausencia de síntomas vasomotores significativos, la TRH es una buena opción para las mujeres sanas que están a menos de 10 años de la menopausia y que pueden tener un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas. 2
Considerando lo anterior y con la finalidad de evitar la proliferación sostenida del endometrio, actualmente se realiza la adición de progestágenos en la terapia hormonal con estrógenos y existen dos modalidades de terapia combinada:1
- La combinación de estrógeno y progestágeno se utiliza de forma permanente sin ningún periodo de descanso. Esta terapia se utiliza para mujeres que no quieren volver a tener sangrado. 1
- El estrógeno se administra solo durante la primera fase del ciclo, y el progestágeno se añade durante la segunda fase. Una vez que se ha completado el ciclo se realiza un descanso de unos cinco días, durante el cual suele tener lugar la hemorragia menstrual. 1
Referencias
1. Martin-Aragon S, Benedi J. Terapia hormonal de reemplazo Enfoque en la menopausia.
Farm Prof 2009;23(2):52-56.
2. Langer RD, Rodis HN, Lobo RA, Allison MA. Hormone replacement therapy – where are we now? Climacteric 2021;24(1):3-10.