26 de Marzo: Un día para prevenir el cáncer de cuello uterino
El cáncer de cuello uterino representa un desafío significativo para la salud pública a nivel mundial al ser uno de los más frecuentes. En Colombia, es el tercer tipo de cáncer más frecuente en mujeres, con 4570 nuevos casos cada año. Además, 14.376 pacientes viven con esta condición y 2435 fallecen por esta causa.
Este 26 de marzo se celebra el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cérvix, una oportunidad crucial para reflexionar sobre la importancia de la prevención, detección temprana y tratamiento adecuado de esta enfermedad.
El principal factor de riesgo detrás del cáncer de cérvix es el Virus del Papiloma Humano (VPH). Aunque la mayoría de las personas sexualmente activas contraerán el VPH en algún momento de sus vidas, por lo general no muestran síntomas. Sin embargo, en algunos casos, la infección puede causar cambios celulares que conducen al cáncer; la mayoría de los casos se explican por dos serotipos, el 16 y el 18, los más agresivos de los 14 serotipos de alto riesgo. Contraer un serotipo de VPH no protege contra otros serotipos, por lo que la vacunación es una estrategia válida, incluso si ya se ha padecido una infección por algún serotipo de VPH.
La prevención juega un papel fundamental en la lucha contra esta enfermedad. La vacunación contra el VPH es una estrategia clave, recomendada preferiblemente entre los 9 y 14 años, antes de que las personas inicien su vida sexual. Además, el tamizaje a partir de los 30 años permite detectar lesiones precancerosas que, si se tratan adecuadamente, pueden prevenir el desarrollo del cáncer de cérvix.
Pero la prevención no se limita solo a la vacunación y el tamizaje. Otras medidas como evitar fumar, usar preservativos y realizar la circuncisión masculina voluntaria también pueden ayudar a reducir el riesgo de contraer el VPH y, por ende, desarrollar cáncer de cérvix u otros cánceres relacionados. Además de causar cáncer de cuello uterino, el VPH puede causar cáncer de orofaringe, ano, pene, vagina y vulva. El VPH se transmite con facilidad en una pareja sexual. Se transmite mediante el contacto íntimo de piel con piel, incluso por contacto sexual vaginal con el pene (vagina-pene), contacto sexual anal con el pene (ano-pene), contacto sexual oral con el pene (boca-pene), contacto sexual oral con la vagina (boca-vagina) y el uso de juguetes sexuales o de otros objetos durante la actividad sexual. La infección se transmite con facilidad en una pareja sexual. El uso de condones y barreras bucales disminuye la probabilidad de transmisión del VPH, pero no la impide por completo.
Referencias
Bibliografía: